El mundo en manos de las agencias de calificación

Pregunta retórica: ¿Las agencias de calificación tienen superpoderes? La respuesta la sabemos todos.
Tanto monta, monta tanto. Con el PSOE ya sufrimos la improvisación económica a causa de la intervención de la troika en nuestro país, digo intervención porque pese a que no se llegara a dar como tal, las marionetas no se mueven si no hay alguien manejando los hilos. Al menos por aquel entonces el máximo responsable daba la cara en el día a día.

Tras las elecciones del 20N, en la que los salvadores del PP se hicieron con la Moncloa, no hemos parado de presenciar ajustes para garantizar el Estado del bienestar y los derechos sociales. Parece que hay que dar las gracias porque no hayan privatizado la Sanidad y la Educación, aunque le hayan metido tijera a donde menos hacía falta. Para colmo desde la última aparición de nuestro Sr.Presidente han pasado semanas, y en ninguno de los ajustes ha dado signos de vida. Ya que no nos ha dado la buena noticia de la subida del IRPF en persona, que al menos cuando suban el IVA, nos anime a seguir consumiendo.

La transparencia en España parece que sólo la tienen las vitrinas de los cientos de locales en alquiler, porque si antes de entrar en el Gobierno el PP no sabía nada de lo que se iba a encontrar en las cuentas, de ahí que no se pudieran hacer predicciones sobre las políticas fiscales a aplicar (ya que podía caber la posibilidad de encontrarse un superávit y permitirse crear un hospital para entrar bien al Gobierno). Al entrar ya empezó a anunciar que las cosas estaban mal, había una gran deuda (¡Qué sorpresa!) y el déficit de 2011 se cumpliría alrededor del 6%, por tanto, los recortes a efectuar para 2012 no serían superiores a 20.000 millones. 

Ahora resulta que ha tenido que venir una agencia de calificación de cuyo nombre no quiero acordarme a decir que probablemente el ajuste necesario tendrá que ser de unos 40.000 millones (¡Eramos pocos y parió la abuela!), y claro, seguro que la agencia no se equivoca y ese ajuste se tiene que hacer sí o sí, ya que sino, como publiqué en otro post (¿Qué función desempeñan los mercados y las agencias de rating en la economía real?) se enfadan y nos califican la deuda como de bono basura (aunque se realice el ajuste, después se exigirán más cosas). En los próximos meses seremos partícipes de: reforma laboral, cientos de empresas públicas privatizadas o eliminadas, reforma sector financiero, reforma energética y quién sabe si alguna más.

Veremos si después de haber metido tanta caña al PSOE con las que hizo, al menos la reforma laboral permite reducir un par de puntos porcentuales la tasa de paro (es ironía, es evidente que seguirá subiendo paulatinamente); o si la reforma financiera (entre otras cosas) acaba con la tendencia que tenemos en España a desahuciar a miles de familias de sus hogares por culpa de una falta y un vacío regulatorio en el sector financiero, así como permite que fluya ese crédito que están chupando del BCE prácticamente gratis hacia familias y PYMES, no como se hizo desde el 2000 en adelante, pero sí para promover el crecimiento desde el sector privado, ya que lo que es el público, no va a hacer crecer la economía al menos durante todo 2012.


¡Abróchense los cinturones!


PD: Post irónico, no didáctico. 





Licencia Creative Commons
Manos Críticas se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported. Basada en una obra en manoscriticas.blogspot.com.

No hay comentarios:

Publicar un comentario