El decretazo del Gobierno con la reforma laboral no se ha desviado mucho de lo que se esperaba que iba a hacer ya en diciembre con dicha reforma. Esta reforma supone el retorno al pasado, una marcha atrás que lejos de ser idílica, se está preconizando como el "Manifiesto Capitalista" del Partido Popular. Muchas de las cosas que observo en dicha reforma me hacen acordarme de aquella gran película Modern Times, en la que se plasma la crisis y el modelo productivo de la Gran Depresión a la perfección. Hace unos años me parecía una película tronchante, a día de hoy, me parece que es una película actual y que dicha ideología nunca ha muerto, sino que ahora está más presente que nunca.
La contrareforma laboral está llena de "regalos" a la CEOE, y llena de sorpresas de mal gusto para los trabajadores de a pie. En una cosa estoy de acuerdo con Rubalcaba, en un momento de crisis y sin previsiones de crecimiento en el medio plazo, un abaratamiento del despido sólo va a producir más desempleo. Estoy cansado de escuchar argumentos sobre que es necesario abaratar el despido para facilitar la flexibilidad del mercado laboral, que en España es muy caro despedir o que estando en crisis es necesario hacer la reforma y emprender estas medidas. En esas situaciones lo único que me digno a hacer es negar con la cabeza, porque me niego a responder tales insensateces fruto de la ignorancia y el comecocos que existe en la sociedad española. Este decretazo lo único que propiciará va a ser un crecimiento exponencial de los despidos. Quizá se compensen con un repunte de emisión de nuevos contratos, pero únicamente será a costa de esos regalos en forma de 3000€ a emprendedores por nuevo empleado, o de ese contrato de prueba de 1 año, y también gracias a la merma de todo el convenio colectivo, ya que pese a que éste no haya cambiado demasiado, el hecho de que caduque y esté vigente hasta dos años después, debiendo después negociar desde 0, supondrá que el empresario será quien decida dicho convenio. Y esto no se queda aquí, ya que en caso de que se quiera negociar, si no se llega a acuerdo, habrá un arbitraje por parte de miembros de la patronal, miembros de la administración pública y miembros del sindicato. En un 2 contra 1, ¿quién gana?
Las arcas públicas pueden ir preparándose, todo se diga. Se nos echa encima una Gran Depresión en el sector privado, ya que no van a ser pocas las empresas y multinacionales que van a empezar a tener (si no las tenían desde antes, previendo lo que venía) pérdidas en ingresos, productividad...Y esto supondrá un aumento aún mayor del fraude fiscal, va a subir como la espuma.
Y no hay que olvidarse de ese acrónimo tan usado en España: ERE. Los expedientes de regulación de empleo van a ser el arma que usen la mayoría de empresas para despedir. ¿Por qué? Porque a partir de ahora (aunque antes también se daba), para realizar un ERE no se necesitará la autorización que antes era necesaria para emitirlo, y por tanto, las razones que alegue o no la empresa pueden ser justas o no, que despedirá, y en la mayoría de casos tratará que sea por despido procedente (20 días de indemnización en lugar de 33, ¡qué jugadón!). Y a todo ello se suma que si se lleva a los tribunales a la empresa, a parte de que el trabajador deberá hacerlo mediando con un representante de los trabajadores (van a estar más saturados que el SEPE-INEM), y el juez dictamina que fue improcedente la empresa se reserva el derecho a readmitir o pagar la indemnización. A esto se le llama arma de doble filo, y lo demás son tonterías. Ya no hablemos de la indemnización por despido, pasar de 45 días a 40 sería fastidioso, pero menos reaccionario, pasar de 45 a 33 es como juntar pólvora con fuego.
Lo poco que se había construido del Estado del Bienestar en España, que no era mucho, se está destruyendo a pasos agigantados, y la mayor parte de la sociedad permanece inactiva ante ésto. Se están registrando manifestaciones por toda España, pero los medios de comunicación no las recogen. Yo desde aquí animo a todos aquellos que no estén al corriente de la actualidad política, que se movilicen. La huelga general tiene que ser un hecho histórico, algo que debe ser respaldado por el 90% de la población, por el bien de la población trabajadora del presente, y la del futuro. No debemos permitir que se trate a la población como mercancía. La situación en España es insostenible, y el levantamiento popular contra los gobiernos liberales debe darse desde ya. El Partido Popular no puede seguir en el Gobierno, y mucho menos puede sustituirle a día de hoy el PSOE. Quien debe encabezar el Gobierno es la gente de la calle, la gente que conoce los problemas sociales, y no aquella que vive en una burbuja aislada de la realidad, ya que así no se hace democracia.
¡Que se convoque ya una huelga general!
¡Que se convoque ya una huelga general!
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